A finales del siglo XV, en los países europeos que salían del Medievo, se localizan los antecedentes de las actuales ferias del libro. Encuadernadores y mercaderes se reunían para vender cuantos más ejemplares fueran posibles. Las de Lyon, en Francia, y en Alemania las de Frankfurt y de Leipzig, son algunas de las más antiguas. Más que un afán de difundir el conocimiento, los libros eran ofrecidos como objetos de adorno destinados a las moradas de la naciente burguesía, valorados por aquello que se podría inferir del propietario: por aspectos meramente pragmáticos. La ilustración, el positivismo, la modernidad occidental, el afán civilizatorio han convertido al libro en el máximo fetiche del conocimiento, cuestión que ha fomentado el surgimiento y consolidación de las ferias del libro en distintas partes del mundo. Y si bien el aspecto mercantil de las ferias no se ha soslayado, en el contexto mundial actual de los Derechos Culturales han desempeñado otra función: el fomento a la lectura.
A partir de las entrevistas con Fernando Macotela Vargas, director de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería-UNAM (FILPM); Guillermo Quijas-Corzo López, director de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO); Nubia Macías, directora general de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FILG) e Imelda Martorell Nieto, Coordinadora de Formación Integral de la Fiesta del Libro y la Rosa-UNAM (FLR), el lector podrá reflexionar sobre el devenir de estas ferias sobre todo en las últimas décadas: las estrategias para acercar el libro a distintos públicos, cómo es concebido el éxito de un proyecto cultural, la forma en que es preciso involucrar a la sociedad civil, dependencias públicas e iniciativa privada para realizar constantemente una feria del libro, entre otros temas.
¿Cuál es hoy en día el objetivo principal de realizar una feria del libro?
FILPM: No me parece que el objetivo haya variado enormemente desde que se crearon las ferias del libro hace varios siglos: mostrar las novedades y acercar los libros a los lectores y profesionales del mercado del libro.
FILO: Depende del planteamiento con que se haya pensado esa feria, pero para la feria de Oaxaca tiene que ver con la difusión de la lectura y el libro, así como con estrechar la relación entre autores y lectores.
FLR: Sin duda, la promoción de la lectura, la generación de más y mejores lectores, y poner al alcance de la población las novedades editoriales a precios accesibles.
¿Cómo ha cambiado la idea o el concepto de feria del libro en los últimos 10 años?
FILO: La FILO, año con año modifica, adapta y trata de proponer nuevas estrategias para hacer de su programa y actividades un tema atractivo para el público, los lectores, los autores, expositores. Su objetivo es el mismo, las estrategias y formas de trabajo son las que se renuevan.
FILG: Las ferias solían ser espacios exclusivos para la industria y los negocios. Ahora está mucho más presente la ecuación autor-lector […]. Esto ha quedado aún más patente a partir de las nuevas tecnologías, ya que es evidente que se puede migrar del papel a la pantalla, pero los videos todavía no suplen la interacción con el autor.
FLR: Hace más de una década las ferias del libro tenían como propósito la venta de libros. La ausencia de programas efectivos de fomento a la lectura hizo que fueran concebidas como espacios propicios para la promoción de la lectoescritura. […] Las ferias son ahora un punto de contacto entre los lectores y los escritores, una zona en la que el libro se humaniza, se toca, se huele, se propone como un objeto imprescindible.
¿De qué manera se involucran las editoriales y libreros con la feria que organiza?
FILO: En la FIL Oaxaca se respeta el espacio del librero, quien es el canal más común de distribución del libro y quien representa a las editoriales a lo largo del año. […] Las editoriales que participan directamente son las independientes mexicanas, pues nos parece importante que se difundan, y sobre todo en provincia, dado que es más difícil que se encuentren los libros de estos sellos.
FLR: Además de la exhibición de sus novedades editoriales, los sellos participantes buscan ofrecer libros a precios accesibles, traer otros de obsequio para sumarse a la conmemoración e invitar a sus escritores a conversar con el público en espacios con formatos diversos, desde una charla hasta una conferencia magistral.
¿Cómo han repercutido las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación en el desarrollo de la feria del libro que dirige?
FILPM: Muy positivamente. Los nuevos medios y tecnologías han contribuido en forma muy evidente a mejorar la difusión y la promoción de la feria, eso lleva a ampliar la pluralidad y sobretodo a una mejor comunicación y retroalimentación con el público, más que nada con los jóvenes.
FILG: Creo que por el momento no han tenido una repercusión notoria en las ferias, sobre todo porque los formatos digitales están circulando en un circuito que rebasa a las editoriales y tiene muchas veces más que ver con los desarrolladores de tecnología.
FLR: En cada emisión se incluyen actividades que involucren los nuevos sistemas de comunicación. En 2011, se construyó un cadáver exquisito: los visitantes nos regalaban un verso espontáneo para construir un poema colectivo; el resultado fue leído por miles de personas a través de Twitter. En 2012, se realizaron las jornadas Telmex Hub, para desarrolladores de aplicaciones iPhone y Smarthphone. Asimismo, en cada emisión las artes visuales han mostrado al público instalaciones que involucran los medios audiovisuales.
¿Cómo convencer a empresas y gobiernos de la relevancia de la educación y la cultura en el desarrollo de la comunidad?
FILPM: Por ahora, este binomio es algo políticamente correcto que casi todo mundo apoya en lo público, pero eso no lleva necesariamente a un mayor apoyo económico —que es lo determinante. Sin embargo se avanza poco a poco […], gracias a la nobleza y las ansias de conocimiento del público, y al apoyo de los medios de comunicación.
FILO: Hablando de iniciativa privada es de igual forma, con trabajo y planeación constantes, pero también mostrando buenos resultados año con año. No sólo como feria del libro, sino mostrando que los proyectos de esta índole, que son apoyados, pueden generar una ganancia, prestigio o presencia para su empresa.
FILG: No es algo sencillo, pero creo que cuando la gente tiene pasión por lo que hace y está convencida de sus beneficios, eso se contagia. […] Me parece que para convencer a la gente también es importante decirles los resultados del trabajo […], que las empresas que nos apoyan sepan en qué y cómo se usaron los recursos que invirtieron.
FLR: La educación y la cultura son un derecho, no tendríamos que persuadir a nadie. Lo que necesitamos es un mayor compromiso institucional en todos los niveles de gobierno para el diseño de programas eficaces de promoción cultural. Un programa adecuado de promoción cultural incluiría la participación activa del sector privado, la evolución de un Estado subsidiario a un Estado participativo.
¿Cuáles han sido sus propuestas específicas para acercarse a los diversos públicos que asisten a la feria?
FILPM: No separarnos nunca de la línea que nos guía: todo debe girar alrededor del libro y la lectura, el notable aumento de las actividades culturales —220 en 2000; 1150 en las tres últimas ediciones—, la diversificación de los temas de dichas actividades, la organización de ciclos de conferencias de muchas ramas del conocimiento […], la creación de las Jornadas Juveniles. En años más recientes las redes sociales y la edición del Programa de Actividades Culturales en forma de libro-E que el público puede bajar gratuitamente a sus aparatos.
FILO: Hemos probado de todo tipo de actividades, tratando de vincular al público de manera más directa a través de las redes sociales, por ejemplo, o haciendo encuestas. Pero creo que la clave es tratar de ofrecer un programa lo más diverso posible, y siempre pensar en los diferentes gustos que el público puede tener.
FILG: En todas nuestras estrategias hay siempre un énfasis en el rol que tienen los lectores. […] La supervivencia del libro está justamente en que los lectores se interesen por él, en cualquiera de sus formatos, que esos textos, esos contenidos formen parte de la historia vital de las personas.
FLR: La diversidad del fondo editorial que se exhibe para su venta. Procuramos que haya libros para todo tipo de público […]. A esta oferta se suman actividades escénicas, de artes visuales, conciertos, talleres […], una oferta que toma en cuenta la heterogeneidad del público.
Considerando sus comentarios anteriores, ¿en dónde cree que radica el éxito de la feria?
FILPM: En la numerosa participación de editoriales que organizan presentaciones con asistencia de sus autores, en la enorme variedad de material bibliográfico al alcance del público, en la amplitud y seriedad del Programa de Actividades Culturales, en el entrenamiento que recibe todo el personal que debe atender al público y en la gran cobertura de los medios de comunicación.
FILO: En que está pensada para el público de Oaxaca, lector o no lector. A través de una diversidad de actividades para todos los gustos.
FILG: Podemos decir sin duda que la Feria es exitosa. Me enorgullece mucho el proyecto de FIL niños. Todos los años los maestros vienen a la Feria desde lugares remotos de México, de escuelas en rancherías, en serranías, y encuentran algo que da sentido a su labor. El Salón de Derechos, que es un proyecto muy ambicioso a través del cual queremos tejer redes de cooperación en toda América.
FLR: En su carácter lúdico que invita al público a acercarse a los libros de manera desenfadada, sin reservas. Al trabajo concertado […] para la realización de esta fiesta. También, es importante el papel de los medios de comunicación.