De este modo, en agosto de 1999, se crea la Casa de los Teatros. Ubicado en la calle de Murguía, el pequeño inmueble se destinó a una labor a la que pocos se han arriesgado. Roberto Villaseñor, Lucina Rojas, Francisco Betanzos, Rolando Beattie y Guadalupe Villa fueron los iniciadores de este proyecto, pieza fundamental de la asociación civil Grupo de Enlace al Servicio del Teatro Oaxaqueño (Gesto).
El lugar sirve para montajes, ensayos y almacenamiento. Es un espacio para desarrollarse donde el público disfruta de teatro a bajo costo y no sólo como espectador, incluso como partícipe en cursos y talleres. Cabe señalar que en este lugar surgió la desaparecida compañía Metamorphorum.
La calidad de las obras gestadas aquí ha merecido su proyección en espacios externos, como Teatro escolar presentada en el teatro Álvaro Carrillo y Cambalache, en el Centro Cultural Santo Domingo (CCSD), entre otras. Ha contado con colaboraciones, por ejemplo, La esquina del si te vi ni me acuerdo en la que actuaron elementos de seguridad pública del estado y 60 histriones, que además se presentó en Tepic, Nayarit.
Ha sido apoyada por la Secretaría de las Culturas y las Artes (Seculta) y la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO), la cual durante cerca de de diez años aportó recursos para el mantenimiento del lugar. Sobre esto Villa —administradora del espacio, junto con Beattie— resalta: “Todo lo que se hace a favor de la cultura es importante, la gente que hace artes escénicas está dedicada a buscar el sustento diario, le brindan a la actividad artística el poco tiempo que les queda libre”.
Ante la escasez de espacios, la Casa de los Teatros continuará ofreciendo oportunidades únicas, es un lugar al que vale la pena dirigir la mirada.