Por ser un extraordinario medio para motivar el interés del niño –también del adulto–, el Museo de Filatelia (MUFI) de Oaxaca, a través de María de la Luz Santiago Pérez, coordinadora de educación, y Waldini Pérez Ortega, coordinador de difusión y comunicación institucional, promovieron un proyecto de teatro guiñol filatélico que favoreciera el encuentro de los niños con la experiencia museística, la colección de papelitos –llámense a estos estampillas o timbres–, la historia del correo y la apreciación del arte postal. Fue así que un buen día de diciembre del 2011 se presentaron con atuendos de fieltro los primeros personajes del Cuento de navidad, basado en el relato de Charles Dickens, vinculando la exposición temporal con el teatro.
De tal forma que mes a mes se han procurado todos los detalles de cada función: desde la elaboración de los títeres, guiones escritos y adaptados, escenografías, sonido, hasta las palomitas. Tareas nada sencillas, sobre todo cuando de actuación se trata porque además de la historia que los niños miran, se produce otra, quizá inconscientemente, detrás de bambalinas por parte de aquellos que manejan los títeres con las manos.
Como otro modo de instruir a los niños, las representaciones han buscado temas variados que de alguna u otra forma retroalimenten lo filatélico, pero que no sean aburridas. Dentro las realizadas, ha sobresalido la del timbre de la Guyana Británica, tanto por ser la primera función en la que se abordó enteramente la historia de una estampilla postal, como por contar con el público más numeroso. Waldini Pérez nos comentó que ha sido una labor muy satisfactoria, no sólo para los integrantes del guiñol, sino para los espectadores que ansiosos han buscando revelar el secreto del títere.
Siempre se agradecen estas estrategias de aprendizaje que poco a poco aumenten el interés por la cultura. Esta temporada de teatro guiñol llega a su fin, pero esperamos una segunda con más efectos y mayor ambientación.
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